Teresa J. Cuevas es una artista visual, su obra explora la relación entre materia, naturaleza y luz, transmitiendo una profunda sensación de calma y conexión interior. Cada pieza es una invitación a la contemplación y al silencio.
¿Cómo empezó tu relación con el arte?
“Mi sensibilidad empezó muy pronto, desde niña. Creo que fue mi madre quien me enseñó a mirar: a observar la naturaleza, sus ritmos, sus detalles, su manera de decir sin decir.
A los 18 años descubrí el arte abstracto español de la posguerra —todo el grupo de Cuenca— en la carrera de arquitectura. Aquello me abrió un lenguaje nuevo; la abstracción. Y desde entonces, no he dejado de fascinarme por todas sus formas de expresión y toda la historia que ha llevado al ser humano a comunicarse con gestos que pueden salir tan de dentro del alma.”
En tu trabajo la materia, la naturaleza y la luz son esenciales.
¿Qué papel juega cada una en tu proceso creativo?
“La naturaleza es mi gran maestra; de ella lo aprendo todo.
La materia es el puente que me permite acercarme a esa naturaleza, un medio físico para acceder a algo esencial. Y la luz es mi aspiración (creo que se puede intuir en cada obra) : un destino interior. En la luz encuentro calma, silencio y cierta forma de claridad que siempre estoy buscando.”
Tus obras transmiten calma y equilibrio. ¿Qué buscas que sienta quien las contempla?
“Gracias! Justo eso es lo que busco …que encuentren un espacio de paz. Que quien mire pueda detenerse un instante, respirar, sentir serenidad. Que mis obras inviten a entrar en uno mismo, a abrazar un momento de silencio y de verdad.”
¿Hay algún artista, época o corriente que haya influido especialmente en tu manera de crear?
“Me ha influido profundamente el grupo de artistas de la posguerra reunido en Cuenca por Zóbel, con su informalismo abstracto tan español y tan necesario para iluminar un tiempo oscuro.
Zóbel, en su vertiente más luminosa, ha sido un guía en técnica y poética. También Goya, Velázquez, Álvaro Aalto, Álvaro Siza, y pensadores como Byung-Chul Han, Pablo D’Ors…y la literatura en general, que tanto me ayuda a conocerme…
Creo que son muchos los referentes y cada uno de ellos alimenta, a su manera, mi forma de mirar.”
¿Qué significa para ti el concepto de “slow”? Tanto slow art como slow fashion.
“Para mí, la lentitud es la única forma verdadera de prestar atención. El auténtico lujo hoy es precisamente eso: una atención plena, un cuidado profundo por el detalle, una artesanía humana y honesta, con sus pequeñas imperfecciones que incluso la lentitud no puede —ni quiere— evitar.
Me gustan las cosas hechas con historia, tocadas por una mano, una a una. Esto aplica al arte y a la moda creo…”
¿Qué lugar del mundo te gustaría recorrer con tus friulanes puestas?
“Me muero por ir a Milán con mi marido unos días tranquilos. Él viaja mucho por trabajo allí y siempre me cuenta maravillas! “
¿Cómo diseñarías tus Cayumas perfectas?
“Sobrias, muy cómodas y a poder ser, fáciles de limpiar ya que mis zapatos siempre tienen alguna gotita de pintura! O…..¿las llenaría de gotitas de pintura???me encantaría también …
Me muevo mucho durante el día y me gusta ir tanto al taller como a un evento sencilla y confortable, a la par que elegante.”
